Introducción
La evolución por los derechos de las personas trans, lesbianas, gay, bisexuales e intersexuales (TLGBI) es de tempana aparición si lo comparamos con otros movimientos sociales, como el de las personas afrodescendientes y el feminista. En razón a esto, en este texto se explora los avances en cuanto a derechos a nivel internacional señalando los principales hitos que forman parte de este proceso de reconocimiento de las personas TLGBI como sujetes de derechos. En un segundo momento se indica las principales sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que en sus textos sientas las bases para la actuación estatal en relación a los derechos de estas personas. Así como se hará una aproximación al cambio de paradigmas en cuanto a activismos de las personas fuera del patrón de la cis-heteronorma. Y finalmente abordaremos el caso paraguayo.
El objetivo principal de este texto es de brindar contenidos teóricos, que sirvan de base para la reflexión de cómo se llegó al contexto en el que se vive hoy, así como, de ser un generador que impulse a profundizar temáticas de interés de cada persona activista, para el desarrollo de una línea de investigación y acción dentro del entorno comunitario.
Los contenidos serán presentados de forma cronológica, en primer lugar, para poder entender el cómo se concibe las reivindicaciones que nos convocan, y en segundo lugar las consignas y discursos principales que pueden llegar a servirnos, una vez más, en nuestro actuar dentro del activismos y la militancia que estamos llevando adelante.
En este sentido, propongo la consigna de “pensar globalmente para actuar localmente”. Esto es ver lo global y, al mismo tiempo, ver cómo esto afectó y nos sirve para el accionar local. Lo Glocal (Auyero, 2001:33) debe ser entendido como una mezcolanza de elementos de la historia hegemónica del norte y de las historias locales peculiares y propias de nuestro entorno. Para esto es indispensable situarse dentro del contexto general en que se desarrolla la sociedad actual, una sociedad que pregona una historia unidireccional y un pensamiento único que arrasa con su dinámica todo lo que se muestra como diferente.
Pensar glocalmente nos ayudará a reforzar la identidad social/política y estética propia, nutrida de los aprendizajes y fracasos de la historia hegemónica que nos entrecruzan. Por historia hegemónica entenderemos a “esa historia” contada con mayor regularidad por “los otros” y que por lo general no nos incluye en su narrativa principal, sino como algo accesorio o secundario.
Las preguntas que inspiran este texto son: ¿Cuándo inició el movimiento por los derechos TLGBI? ¿Presentó este movimiento las mismas características a lo largo del tiempo? ¿Qué hitos, puntos de inflexión, se dieron a lo largo de la historia en sociedades occidentales que marcaron el rumbo de las reivindicaciones de los derechos de las personas TLGBI? ¿Y en Paraguay, cómo se desarrolló esta lucha y en qué andamos?
Primera ola del movimiento en Europa
Ya a finales de 1800 se creó el Comité Científico Humanitario fundado en Berlín -Alemania, en mayo de 1897 para hacer una campaña por el reconocimiento social de hombres y mujeres homosexuales y transgéneros, y para luchar contra la persecución del artículo 175 del código penal alemán que penalizaba la homosexualidad (Lauritsen, 1974:9). Esta fue la primera organización de homosexuales en nuestra historia.
En el ámbito cultural, en este periodo, se reflejó este clima reivindicativo. La libertad de prensa que se desarrolló durante la República de Weimar (1918-1933) facilitó que surgieran un gran número de publicaciones sobre la homosexualidad. Durante el periodo de entreguerras surgieron publicaciones dirigidas a homosexuales en gran parte de Europa. Con la ascensión del régimen nazi al poder y otros regímenes fascistas este clima de tolerancia fue aplacado por completo.
Post Segunda Guerra Mundial hasta los años 50
Una vez terminadas las guerras mundiales, y con el advenimiento de la Guerra Fría se generalizó la persecución a las sexualidades disidentes. Por ejemplo, en Rusia se encontraban los Gulag o campos de concentración para disidentes políticos a donde eran destinados, también, los homosexuales (Mogutin, 2016 :13). Así también, al otro lado del mundo, en Estados Unidos de Norteamérica encontramos el conocido terror lila , que hace referencia al miedo hacia los homosexuales y su persecución en la década de 1950. En el ‘54 el régimen franquista (España) modifica la Ley de vagos y maleantes persiguiendo así a homosexuales y personas trans. Al igual que con otros asuntos de la política sexual, como la pornografía; las actitudes frente a las minorías sexuales suelen diferenciarse entre regímenes autoritarios y libertarios, más que entre derechas e izquierda (Weeks, 1989).
Una de las primeras voces que se escuchó contra esta situación fue la de Frank Kameny, que luego de ser despedido del puesto como astrónomo del ejército de Estados Unidos de Norteamérica, Llevó su caso a la Corte Suprema de Justicia de ese país, bajo el argumento de que estaba siendo tratado como un ciudadano de segunda clase, y no como un ciudadano estadounidense. Argumentó que la discriminación contra los homosexuales era no menos ilegal y no menos odiosa que la discriminación basada en motivos religiosos o raciales.
En cuanto a la forma de organización de la disidencia sexual, en este periodo encontramos principalmente a grupos homofílicos que buscaban la asimilación a la sociedad, proyectando una imagen normalizada y sana de las personas homosexuales (Mérida, 2009:193).
Todo este periodo se vio nutrido e influenciado por la producción científica (médica y jurídica) desarrollada en ese contexto; es así que la medicina, con su incipiente desarrollo de la siquiatría, aportó nuevos elementos para el discurso en defensa de las personas no heterosexuales. Así también, los aportes del sicoanálisis fueron fundamentales para las nuevas argumentaciones en torno a la sexualidad.
Inicios del movimiento de liberación homosexual o segunda ola
Los disturbios de la cafetería Compton's , ocurrido en agosto de 1966 en San Francisco, fue la primera revuelta transgénero registrada en la historia de los Estados Unidos, adelantándose tres años a los famosos disturbios de Stonewall (Stryker, 2020:52).
En 1967, en la clandestinidad, se funda en Argentina Nuestro Mundo, siendo esta la primera organización homosexual de Latinoamérica. Durante dos años este grupo envió panfletos e informes sobre la liberación gay a los principales periódicos de Buenos Aires. El accionar de este grupo desemboca que en 1971 se forme el Frente de Liberación Homosexual (FLH) de ese país. (Romero, 2019:69).
El 28 de junio de 1969 en Nueva York se producen los conocidos disturbios de Stonewall, que dieron pie para la organización de la marcha por el orgullo gay en conmemoración del primer aniversario de esta revuelta, en principio en Nueva York y posteriormente en muchas ciudades de Europa y de américa latina. Tal evento se considera trascendental en la historia del movimiento gay, y aunque no era la primera vez que los homosexuales se opusieron de forma violenta a los abusos de las autoridades, la respuesta de la comunidad gay fue diferente.
Los resultados más importantes de este motín vinieron a posterior y de forma pacífica. Este evento fue el catalizador que consiguió que las personas del colectivo LGBT se organizaran de forma generalizada para exigir sus derechos y luchar contra la discriminación y los abusos perpetrados por las autoridades públicas.
Para que esto sea posible tuvo que darse una serie de acontecimientos, como la insurrección del mayo del 68 en Francia, la oposición a la Guerra de Vietnam en los Estados Unidos, las reivindicaciones feministas y las de los derechos civiles de las personas afroamericanas. Esto da como resultado el surgimiento en gran parte del mundo occidental una serie de organizaciones militantes de liberación homosexual. Muchas de estas organizaciones veían sus raíces en el radicalismo de izquierda, más que en los grupos homófilos establecidos en la época.
En esta etapa el movimiento gay reanuda las investigaciones históricas y antropológicas iniciadas por la primera ola, arrojando luz sobre la persecución de los homosexuales a lo largo de los siglos y sobre el origen histórico de la condena anti-gay, una condena que, casi invariablemente, es promovida por la ideología que da primacía a la familia nuclear burguesa y heterosexual como algo natural y deseable.
Si el anterior movimiento tenía un fuerte compromiso con la investigación psicológica, este nuevo movimiento luchó contra la persecución homosexual perpetrada bajo la apariencia de tratamientos psiquiátricos y fomentó la formación de grupos de autoconciencia.
En 1971 se crea en Buenos Aires (Argentina) el Frente de Liberación Homosexual y en México se funda también, con el mismo nombre, el primer colectivo LGBT de ese país. En 1973 en Chile tuvo lugar una manifestación pública por los derechos homosexuales llevada a cabo en la Plaza de Armas de Santiago.
En ese mismo año la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) eliminó a la homosexualidad de la lista de desórdenes mentales. Esta despatologización alentó a gays y lesbianas a avanzar hacia la lucha por el reconocimiento de los derechos civiles dejando atrás las reivindicaciones de las personas trans; y, no será sino hasta el 2018 en que la OMS dejará de considerar a la transexualidad como una enfermedad mental.
El ACT UP, grupo formado en ese contexto representa el quiebre con los grupos y organizaciones que buscaban la integración mediante derechos civiles; y su política se vuelca en la rabia, en el robo colectivo de medicamentos para los enfermos, así como en intervenciones callejeras y en la formación de un discurso radical (Mérida, 2009:193).
Años 90 y la política de los Derechos Humanos ante la ONU
Los 90 se caracterizó por una fuerte reivindicación de los Derechos Humanos y una oenegización de la lucha en forma de lobby locales e internacionales mediante redes y federaciones de organizaciones.
El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales y en 1994 el Comité de Derechos Humanos de la ONU dictamina que las relaciones homosexuales están protegidas por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), interpretación lograda a la luz del fallo en el caso Toonen vs Australia.
En 1991 el señor Toonen envió una queja al Comité de Derechos Humanos basada en las leyes tasmanas que criminalizaban el sexo consentido entre varones adultos en privado. Como resultado de su queja ante el Comité, el señor Toonen perdió su trabajo en el Consejo contra el Sida de Tasmania.
El 31 de marzo de 1994 el Comité determinó que las prácticas sexuales consentidas entre adultos y en privado estaban protegidas por el concepto de “vida privada” del artículo 17 del PIDCP, que prohíbe las injerencias arbitrarias del Estado en la vida privada de las personas.
OEA y los fallos de la CIDH
Karen Atala e hijas vs. Chile
Con este nombre es conocida la demanda que la jueza chilena Karen Atala interpuso en contra del Estado de Chile, ante la CIDH en 2004 cuando la Corte Suprema de Chile decidiera quitarle la tutela de sus hijas, basándose únicamente en su orientación sexual, ya que ésta, pondría a las niñas en un estado de vulnerabilidad, según el tribunal.
18 de diciembre de 2009, la CIDH ha explicado que la orientación sexual y la identidad de género son consideradas categorías protegidas por el artículo 1.1 de la Convención. Esto implica que toda diferencia de trato basada en tales criterios debe ser considerada “sospechosa”,y en consecuencia se presume incompatible con la Convención Americana.
Caso Duque vs. Colombia
El 26 de febrero de 2016, la Corte declaró que la república de Colombia es internacionalmente responsable de haber violado el derecho a la igualdad ante la ley y a la no discriminación en perjuicio de Ángel Duque por su orientación sexual, al no haberle permitido acceder en condiciones de igualdad a la pensión de sobrevivencia establecida en la legislación colombiana, luego del deceso de su pareja por ser esta del mismo sexo.
Vicky Hernández vs. Honduras
La CIDH responsabilizó a Honduras de la muerte de Vicky Hernández, una mujer trans defensora de derechos humanos que fue ejecutada de forma extrajudicial en la noche del 28 de junio de 2009, en medio de un toque de queda. Para este organismo, el asesinato de Hernández "constituyó un supuesto de violencia por prejuicio hacia su identidad y expresión de género". Según la CIDH, el Estado hondureño "no investigó adecuadamente, con la debida diligencia y en un plazo razonable los hechos del caso, que ha quedado en impunidad".
Ya en el 2008 la Asamblea General de la OEA adoptó la resolución sobre Derechos Humanos Orientación sexual e identidad de género. Y en noviembre de 2011, en el marco del 143º período de sesiones, se creó una unidad especializada en esta materia en el seno de su Secretaría Ejecutiva.
Finalmente, en el 2013 se estableció la Relatoría sobre los Derechos de las Personas LGBTI. La decisión de establecer esta relatoría refleja el compromiso de la CIDH por fortalecer y reforzar su labor en la protección, promoción y monitoreo de los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en la región.
El caso paraguayo
El 24 de julio de 1999 José Alberto Pérez Meza inició un proceso de reconocimiento de sociedad de hecho con Jenaro Antonio Espínola Tami , argumentado la relación sentimental y de hecho que mantuvo con el causante desde 1967 hasta 1987 ininterrumpidamente. La CIDH consideró el caso inadmisible. Este hecho se configura como la primera demanda local llevada a nivel internacional fundamentada en la negación de derechos por orientación sexual.
Otro hecho importante a nivel internacional ocurrió en el año 2015 cuando se realizó una audiencia temática sobre denuncias de actos de violencia e impunidad contra personas trans en Paraguay. Donde se evidenció la falta de debida diligencia por parte de los órganos investigativos paraguayo para dar respuestas a estos transfeminicidios.
Orgullo, derechos y recuperación de memorias
Antes de los finales de los 80’s las organizaciones de personas no heterosexuales solo se buscaban la liberación sexual, no se pensaba en términos de derechos. Las principales reivindicaciones giraban en torno a la despenalización de los actos sexuales, la despatologización de las personas homosexuales y trans y el fin de la persecución por parte del Estado y la sociedad. En los 90’s el movimiento de liberación sexual progresivamente va absorbiendo el paradigma de los Derechos Humanos, hasta convertirse en un movimiento con enfoque de derechos.
Tenemos que destacar que durante la década de los 2000 en adelante se conquistaron una serie de derechos en varios países de Latinoamérica, como leyes de identidad de género, matrimonio igualitario, adopción, cupo laboral trans, entre otras medidas legislativas que favorecieron al reconocimiento de derecho a personas TLGBI.
Ante lo anterior debemos señalar que en Paraguay no se consiguieron avances legislativos para la protección de las personas TLBGI. Lo anterior no implica necesariamente el estancamiento del movimiento de la disidencia sexual e de género. Sino que esto llevó a otra forma de activismo y reivindicaciones desde las organizaciones sociales. Centrándose en acciones de toma de espacios púbicos y un proceso de recuperación de memorias que forman parte de los antecedentes de la lucha en el país.
En este sentido es de destacar las producciones enfocadas en las violaciones de derechos de las personas homosexuales durante la dictadura (1954- 1989). Estos trabajos colaboraron en generar una estética basada en figuras emblemáticas como el rostro de Bernardo Aranda, Carla y Chana. Así como el establecimiento de fechas conmemorativas como la declaración del 30 de setiembre como el día nacional por los derechos de las personas LGTBI, así como la creación del día de la visibilidad lésbica en Paraguay celebrada durante el 16 de setiembre.
Finalmente recordar que setiembre es considerado como el mes de las 108 memorias, periodo de tiempo en el que se realizan una serie de actividades de conmemoración y reivindicación de las personas TLGBI. No podemos terminar sin decir que el contexto paraguayo es diferente al resto de los países de la región ya que no se puede obviar que, mientras en la región se debatía sobre derechos humanos, en Paraguay nos encontrábamos en una férrea dictadura que imposibilitó cualquier tipo de acción y pensamiento fuera del esquema dictatorial. Actualmente no encontramos ante un panorama donde el movimiento TLGBI paraguayo camina hacia delante, mientras vivimos en un Estado que camina hacia atrás.
Bibliografía
- Auyero, J. (2001). Glocal riots. International Sociology, 16 (1), 33-53.
- Lauritsen, J., & Thorstad, D. (1974). The early homosexual rights movement (1864-1935). New York: Times Change Press.
- Mérida Jiménez, Rafael (2009).
- Manifiestos Gays, lesbianos y queer (1969-1994). Barcelona: Icaria.
- Mogutin, Salva (2016). Gay in de Gulag. Index on Censorship (Ru), Vol. 24, Nº 1
- Weeks, Jeffrey (1989). Sexual politics, revista New Internationalist, n° 201
- Stryker, S. (2020). Historia de lo trans: las raíces de la revolución de hoy. Continta me tienes.
- Romero, F. & Simonetto, P. (2019). Sexualidades radicales: los movimientos de liberación homosexual en América Latina (1967-1989). Izquierdas, (46).
- Halperin, D. (2007). San Foucault: para una hagiografía gay. El cuenco de plata.
Seguridad Digital
Sumate a este curso auto-administrado para activistas y defensores de derechos humanos.
Aprender más